miércoles, 25 de julio de 2012

Quédate conmigo [+18]

"Sentir el latido del corazón fuerte y retumbante en tu oído. Notar en torno a tu cuerpo esos brazos que parecen tan enormes al ser tu tan pequeño. Un suspiro cálido. Todo tan inesperado"


Llueve. La ventana junto a la cama se encuentra abierta así las pequeñas gotas llegan hasta la cama. Una brisa inusual fría a pesar de ser verano entró por la ventana removiendo los posters de las paredes y ondeando la bandera nippona.


En silencio, el chico se giró hacia el rubio. Apoyando su cabeza en el pecho de este con un cariño difícil de expresar. Complicado de entender.


Aquella pareja de seres imperfectos se habían jurado amor eterno, pero no en palabras. Fáciles y llevaderas.  Sus miradas decían mucho mas. Sus gestos podrían dejar claro muchísimo mas que eso.
Aun asi ni Teru ni Yume se decían nunca cuanto se querían ni lo importante que eran el uno para el otro.


Se limitaron a mirarse durante unos minutos.
Teru esbozó una sonrisa que fue correspondida por el chico rubio, el cual le sacó un rubor en toda la cara. Sentía su cara arder y trato de ocultarla en el pecho de Yume.


Teru... Te veo cansado ¿quieres dormir? -Dijo la suave voz de Yume apartando el despeinado pelo del pequeño chico para verle la cara.


No estoy bien... ademas estoy un poco aburrido desde que terminó el salón man... -Un beso del mayor interrumpió las palabras.- ¡¡P-pero déjame acabar!!


Vale perdona~ -Rió levemente mientras miraba con ternura al chico, pasando sutilmente su gran mano fría por la espalda de este haciendo que su voz sonara entrecortada y estremecida.


P-pues... eso... q-q-que no me apetece dormir... ¿Aca-caso te estoy molestando? -Puso morritos y sacudió energéticamente la cabeza para retirar las gotitas de agua de su pelo.


Unos ladridos de perro se escucharon a lo lejos. Algo que rompió el silencio que de nuevo se formó por el cansancio de ambos.
Ninguno quería admitir su derrota de energía. Los dos habían llegado al limite pero les gustaba torturar al otro para ver quien se dormía antes. 


La ropa de Teru estaba enrollada con la de Yume al final de la cama y la gruesa colcha se había convertido en un estorbo que les sofocaba a ambos.


La mano de Yume continuó bajando por la espalda cálida del joven. Sintió la mano bajando por su torso y no se alejó, le dio poca importancia solo se concentraba en los ojos de Yume. 


Pasados unos minutos la situación empezó a volverse tensa.


Teru completamente desnudo se encontraba con una mueca entre repulsión y satisfacción. Una gran repulsión hacia las corbatas de tonos oscuros, la cual una de ellas aprisionaba sus muñecas contra los postes de madera tallada de su cama. Parecía que la cama tenia esos huecos pensados para mantenerle quieto en esa postura.


Poco a poco se le cegaba la razón, se convertía en presa fácil y se dejaba hacer. Quería ser tocado hasta el fondo de su alma.


¿Era un pervertido? Creyó que no, cuando la boca de Yume recorrió su cuello hasta sus pezones erectos donde dejo espacio para su lengua, ser tan sensible le hizo desvanecer en ese mismo momento. Yume era tan increíble, se sentía el hombre mas fuerte del mundo a su lado. Aquella sonrisa le llenaba siempre de un sentimental calor. Y el era el único que conseguía sacársela. 


Estiró los brazos, sin darse cuenta que cada movimiento hacia que el nudo de la corbata presionara mas aun sus muñecas.


Duele. -Exclamó el joven sintiendo como su cuerpo se volvía un pedazo de carne que minutos antes había sido suyo y lo masajeaba con sus manos. A veces se avergonzaba de que su voz sonará tan estrepitosa y a la vez tan dulce pero por otro lado Yume siempre le sonreía cuando gemía de esa manera.


Yume alzó las piernas del joven apoyándolas en sus hombros y empujó. Teru se quejó pero sabia que aguantaría bien el dolor del principio, después de todo su mente masoquista "disfrutaba el dolor" le gustaba sentirse dominado por Yume y sentirse completamente suyo.


La media luna que sacudía sobre su cabeza y ese par de tejas rojas que les observaban mientras hacían el amor.


El lo besó de nuevo y dejo que su boca se uniera con la suya. "El besa tan bien" Le gustaba absorber el veneno de su cuerpo y asfixiarse con el.


En ese mismo instante, Teru se vino de nuevo esperando unos segundos para que Yume también acabase.


Pasaron unos segundos, antes de que le soltara las manos adormecidas y rojas. Se acostaron sobre la almohada, cubriéndose solo con la sabana amarilla, sintiendo la humedad calurosa entre sus piernas y la de proveniente de sus pechos.


Mañana he de madrugar, procuraré no hacer ruido para no despertarte -Dijo la voz apagada de Yume acariciando la mejilla sonrojada del chico.


... Me gusta que hagas ruido ... Porque eso me recuerda que estoy a tu lado...




                           Fin~


(¡¡La historia tiene copyright eh!! e_é miren que fue algo un poco... bueno x///x vamos que en realidad ocurrió que no tiene nada de fanfict... Espero que a Shouji le guste...  si no me muero... si quieres que te ponga mas sexy demuestralo (?)  Me voy a la cama, me esperan~)









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